Blogia
grafelbergnoticias

El lunes en Milán, falleció tenor Giuseppe Di Stefano a los 87 años:

El lunes  en Milán, a los 87 años:
Murió Di Stefano, el compañero de la Callas

Es uno de los tenores más importantes del siglo XX. Estaba en coma desde diciembre de 2004, a raíz de un asalto.

Giuseppe Di Stefano (87) falleció  en Milán.

El famoso tenor italiano -nacido en la localidad siciliana de Motta di Santa Anastasia el 24 de julio de 1921- se encontraba en coma desde el 7 de diciembre de 2004, debido a las heridas que le causaron cuatro días antes varios atracadores que irrumpieron en su casa de Diani (Kenia), donde se encontraba.

El 23 de diciembre de ese mismo año fue trasladado a un hospital de Milán, donde permaneció hasta ayer en la mañana, según algunas versiones. Otras dicen que falleció en su casa.

"Tenía su mano en mi mano, y en algún momento sencillamente dejó de respirar, no sufrió", dijo su esposa alemana Monika Curth.

El nombre de Di Stefano, cuya carrera artística se desarrolló desde la década de los 40 a la de los 70, estuvo siempre unido al de Maria Callas, con la que cantó en numerosas ocasiones, tanto en el escenario como en las principales grabaciones que la soprano hizo para EMI. Por eso, entre sus fans era conocido como "el tenor de la Callas". Todavía en 1973 acompañó a la diva en su gira de despedida, para intentar así su propio regreso.

"Nos necesitábamos uno al otro. Hablábamos el mismo idioma. Para nosotros, cantar no era un trabajo, sino una diversión", contaría posteriormente.

Con ella cantó, entre otras, "I Puritani", de Bellini; "Lucia di Lammermoor", de Donizetti; "I Pagliacci", de Leoncavallo; "Cavalleria Rusticana", de Mascagni; "La Bohème" y "Tosca", de Puccini, o "Un Ballo in maschera", de Verdi.

Di Stefano tenía una voz aterciopelada, que unía a una gran presencia en los escenarios, lo que era muy apreciado por los expertos, que destacaron su voz clara y su sensibilidad a la hora de interpretar.

El mejor pagado

Fue también rey de los periódicos amarillistas, y en sus épocas de esplendor frecuentemente estuvo en primera plana, tanto por su profesión como por su intensa vida amorosa.

Cuando a fines de los 80 decidió retirarse definitivamente de los escenarios internacionales, el mundo de la lírica perdió a una de las voces más significativas de su generación: "Nunca me cuidé y siempre me brindé al máximo", dijo en una de sus últimas entrevistas.

Di Stefano era considerado el cantante lírico mejor pagado del mundo, y eso aunque no hubiera finalizado sus estudios de canto. "La cifra de mis presentaciones depende del estado de mi cuenta", decía muy francamente. Necesitaba el dinero para poder financiar su costoso estilo de vida, explicaba.

Hijo de un zapatero siciliano, se educó en los jesuitas y fue alumno del barítono Montesanto. Debutó en 1946 en la norteña Reggio Emilia, donde interpretó a Des Grieux en "Manon", de Massenet. Al año siguiente cantó en la Scala de Milán y luego siguieron presentaciones en Nueva York, Roma, Venecia y los principales teatros.

En 1949, Sir Rudolf Bing, jefe de la Met de Nueva York, se apasionó con su voz, señalando que su Do de pecho era el tono más hermoso de la Tierra. Los últimos grandes éxitos del tenor fueron en 1966 en el Theater des Westens de Berlín, donde participó en el "Land des Lächelns", de Franz Lehar. Los primeros problemas con su voz se manifestaron en 1963, durante la presentación de "La Bohème" en el Covent Garden, donde debió ser reemplazado al año siguiente por un joven y prometedor colega: Luciano Pavarotti.

A los críticos que acusaron a Di Stefano de haber forzado excesivamente su voz durante años, él les respondía que esto sencillamente no era verdad. Sin embargo, con los años abundaron las malas críticas, y también un último intento de regreso artístico fracasó a mediados de los 80. Poco años después se presentó como regisseur de ópera, y entremedio entonó una y otra vez cantos populares napolitanos y folclore italiano.

En 1992 interpretó en las Termas romanas de Caracalla al emperador Altoum en "Turandot", de Puccini. "Éste fue mi papel más bonito", bromeó, señalando que siempre soñó con una actuación tan breve y tan bien pagada.

BIOGRAFÍA

EN 1989 presentó sus memorias con el título "El Arte del Canto".

En Austria

La Ópera de Viena calificó a Di Stefano como "uno de los más grandes tenores del Siglo XX" y recordó que actuó 84 veces en ese escenario en 13 papeles distintos, tras su debut el 16 de junio de 1957. Ioan Holender, director del famoso teatro vienés, dedicó en la función de anoche unas palabras póstumas en honor del tenor.

> Un apasionado intérprete de voz maravillosa

MIGUEL PATRÓN MARCHAND
director de orquesta y musicólogo:
"Fue el gran seductor del canto. Es una pérdida enorme. Una preciosa voz, pero llena de defectos técnicos. Sin embargo, siempre lograba llegar al alma. Especialísimo para los roles de Puccini, su dicción era perfecta. Está entre los grandes tenores del siglo XX. Su clímax estuvo a inicios de los 50, cuando hizo pareja con la Callas, de lo que se conservan numerosas grabaciones. Fue el último gran intérprete de la canción napolitana".

GIAN PAOLO MARTELLI
profesor y manager:
"Tenor lírico y una de las voces más hermosas del siglo XX. Su emisión era muy natural. Nunca tuvo una técnica muy depurada, pero sobre el escenario lo daba todo. Le tocó luchar con los más grandes: Del Mónaco, Corelli, Björling, Prevedi... El mismo Del Mónaco decía que después de Gigli estaba Di Stefano. La forma de decir las frases también lo distinguió, al igual que su interpretación de canciones napolitanas".

LUIS OLIVARES
tenor:
"Una de las voces más maravillosas que he oído. Todos nosotros, cuando empezamos a estudiar, escuchábamos a Di Stefano, por la belleza de su voz y por la garra con la que encarnaba a sus personajes. Es una noticia muy triste".

ANDRÉS RODRÍGUEZ
director general del Teatro Municipal:
"Se caracterizó por la pasión con que se entregó al arte lírico. En todos los roles que hizo se daba por entero, aún a riesgo de sobrepasar los límites naturales de su voz. Fue de los tenores más grandes de su generación, una voz llena de colores. Su Cavaradossi en 'Tosca' es notable. Abría peligrosamente los sonidos, comprometiendo algunas notas. Por lo mismo hizo una carrera relativamente corta".
fuente:Diario El Mercurio

0 comentarios