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Senador Girardi dice que :Hemos fracasado rotundamente en el combate a la obesidad

 

Hemos fracasado rotundamente en el combate a la obesidad

Por Guido Girardi, senador por la Región Metropolitana

 

 

 

Nosotros estamos viviendo una situación como país, pero también una situación a nivel planetaria muy compleja.  La obesidad  es tal vez de las epidemias más difíciles de resolver.

                  

Chile es un país que tuvo mucho éxito al  enfrentar las enfermedades infectocontagiosas porque dependían de políticas públicas, del saneamiento básico, del tratamiento de aguas, de tener consultorios a lo largo de todo el país, de tener un buen arsenal de medicamentos, de tener buenos equipos de diagnóstico, de tener buenas políticas de salud.

                  

En cambio, los problemas de obesidad requieren de los cambios de actitud de las personas, de los cambios de estilo de vida. Es muy difícil cambiar los hábitos alimentarios de los niños, de los adultos y también es muy difícil que la gente se dedique a hacer actividad física, ya sea por los modelos o los tipos de actividad laboral que tienen o por costumbres.

 

 

 

 

Eso ha llevado a que nosotros tengamos uno de las peores cifras epidemiológicas de obesidad del planeta.

                  

Tenemos que el 20 por ciento de nuestros niños escolares son obesos, que si uno sumara la obesidad y el sobrepeso, llegamos a casi el 50 por ciento de los niños chilenos que tienen entre obesidad y sobrepeso, que tienen riesgos.

                  

Cerca del 30 por ciento de estos niños tiene alteraciones y el 10 por ciento de estos niños, que son una cifra muy muy importante, tienen ellos hipertensión y tienen ellos colesterol alto ya en edades que son muy muy precoces.

                  

Esto está determinando que vamos a tener y estamos teniendo como primera causa de muerte infartos, accidentes vasculares encefálicos, diabetes, hipertensión y un tercio de los cánceres está absolutamente definido que están relacionados con la dieta altas en grasa, grasas saturadas y bajas en fibras.

                  

Las políticas que se han desarrollado en otras partes demuestran, y todos los estudios científicos y los acuerdos de la Organización Mundial de la Salud que cuando se aplican políticas que logran cambiar estos estilos de vida se evita el 90 por ciento de las enfermedades coronarias, se evita el 90 por ciento de los infartos y se evita cerca del 70 por ciento de los accidentes vasculares encefálicos y se evita casi totalmente los cuadros de diabetes y casi totalmente la necesidad de usar medicamentos para la diabetes.

                  

Estas son las primeras causas de muerte en Chile, en el planeta, lo que más costos nos está generando y que si no paramos esto vamos a tener una avalancha de enfermedades donde la expectativa de vida de Chile de llegar a los ochenta y tantos años no va a ser cumplida y vamos a tener que finalmente muchas de estas personas van a tener infartos, accidentes vasculares y estas enfermedades antes.

                  

En Chile el 95 por ciento de los hombres tienen riesgo cardiovascular a los 45 años. Es decir, tiene riesgo de hacer un accidente vascular o un infarto la semana siguiente. Estas cifras son desastrosas.

                  

El 30 por ciento, o el 33 por ciento de las mujeres embarazadas tiene obesidad, y esto va en aumento.

                  

Si nosotros no paramos esto, vamos a llegar, a situaciones muy dramáticas. Los niños y las personas consumen los alimentos que tienen publicidad. Esto lo ha demostrado el INTA con distintas encuestas de opinión; estudios cualitativos. Y la gente consume lo que tiene política de promoción por parte de los supermercados, que son los grandes inductores del tipo de alimentación que tenemos.

                   

Por lo tanto, el proyecto de ley que obliga a explicitar en el envase  el contenido nutricional de los alimentos responde a las mismas políticas públicas que se están desarrollando en Europa, en Estados Unidos, que se están desarrollando en todos los países del planeta, que buscan regular la publicidad a los alimentos que son altos en grasas, altos en sal, altos en azúcar, que buscan, además de regular la publicidad regular la venta de estos alimentos a los niños pequeños.

 

 

 

Al mismo tiempo estos alimentos impiden que cuando son comida chatarra altas en sal, en grasas y en azúcar puedan tener trampas, monitos, sticker, adhesivos, que hagan que los niños busquen estos alimentos.

 

 

 

 

 

Cada vez que el ser humano encuentra moléculas de sal y azúcar la guarda. Y cada vez que se enfrenta a eso no puede evitar el apetito por la sal y el azúcar. Por eso que todos los alimentos chatarra, tienen altas cantidades de sal y azúcar porque generan adicción. Y uno encuentra que el 80 por ciento de la sal que consumen los niños y que consumen las personas no está en el salero, está en el pollo marinado, está en la leche chocolatada, está en los flanes, en las gelatinas, en todos los productos dulces que tienen cantidades enormes de sal.

 

 

 

Si ustedes toman un cereal, tiene 40 por ciento de azúcar y sal. Si ustedes toman cualquier producto  de esos que consumen los niños normalmente, tienen 40 por ciento de azúcar y sal. Además tienen grasas trans.

                  

Dinamarca y los países europeos han prohibido las grasa trans, que son grasas cancerígenas y que producen infarto. Evidentemente, sirvieron en algún momento cuando había hambrunas. Incluso, la persona que inventó las grasas trans, tuvo el Premio Nobel, porque permitía mantener las grasas, que no se enranciaran, que no se licuaran a temperatura ambiente. Pero hoy día esas grasas son grandes males para la sociedad. Las mismas empresas que cumplen con los estándares de los países europeos -no voy a nombrar marcas, pero que son empresas transnacionales- venden sus productos en Chile sin ninguna restricción.

                  

El proyecto que estamos tramitando  además de prohibir que se le agregue a alimentos que no tienen normalmente sal y otros componentes que son -entre comillas- "sal escondida", prohíbe los alimentos con grasas trans, lo que sería realmente un avance.

                  

En Finlandia, la disminución de las grasas trans bajó en un 60 por cientos los infartos agudos al miocardio.

                  

Nosotros tenemos una realidad, también lo expuso el doctor Arinoviche acá, de que en Chile y en todas partes está disminuyendo el consumo de leche y está aumentando el consumo de bebidas gaseosas.

                  

Tenemos ya que a los 20 años una parte muy importante de los hombres, cerca el 40 por ciento, incluso tienen osteopenia, tiene poco calcio en los huesos -no osteoporosis: osteopenia-. Pero la mitad de las fracturas de fémur, de cabeza, cuello y fémur, son con osteopenia, no necesitan llegar a la osteoporosis.

                   

Los niños consumen poca leche, pero además consumen leche junto con coca-cola, o junto con bebidas gaseosas. Al tomar leche junto con bebidas gaseosas el calcio no se absorbe.

                  

La baja de calcio no solamente no produce osteopenia, sino que al mismo tiempo, la baja de calcio aumenta el riesgo de infarto cardiovascular, que son los últimos estudios que se han venido desarrollando en los últimos años.

                  

Todos los países del planeta,  están tomando medidas. Con este proyecto Chile va a ser piloto a nivel mundial por parte de la Organización Mundial de la Salud, como modelo legislativo. De hecho, el 24 y 25 de marzo tenemos en este Congreso un seminario organizado por la Comisión de Salud,  el Ministerio de Salud,  la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud. Es un  encuentro de nivel mundial, el primero que se desarrolla en Latinoamérica.

 

 

 

Van a asistir más de mil personas , vienen los cinco expertos mundiales más relevantes de nutrición y obesidad, entre ellos, el doctor Pekka Puska, que es una eminencia mundial, es tal vez la persona más prestigiada, es la persona que logró los resultados más importantes que ha tenido un país, en este caso en Finlandia, y de verdad es un verdadero honor para el Senado poder ser parte de ese debate, que va a abrir una reflexión, donde también están invitadas las empresas, evidentemente, sobre cómo cambiar esta realidad, cómo hacer que Chile, que debiera tener  no más de un 5 por ciento de los niños escolares obesos, tiene un 20 por ciento, y esto va en aumento.

                  

Cuando un escolar es obeso tiene alto riesgo en su vida adulta de ser también obeso, de tener niveles de colesterol alto, de ser diabético, de ser hipertenso.

                  

Por lo tanto, si nosotros nos enfrentamos esto, vamos a tener problemas que son muy dramáticos.

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