Blogia
grafelbergnoticias

Con más ordenadores no basta

 

Con más ordenadores no basta

Con más ordenadores no basta.España y su puesto 31 en el informe PISA

 

17/12/07 - Sara Aguareles

 

El último informe PISA volvió a poner de manifiesto el suspenso general que merece, a ojos de la OCDE, el nivel de los alumnos españoles. Las reiteradas reformas del sistema educativo, los nuevos perfiles sociales y familiares, y la relación que se establece entre padres y escuelas añade dificultad a la ya de por sí difícil tarea de educar a los más jóvenes. Más allá de llenar las aulas con ordenadores, las nuevas tecnologías pueden aportar procesos innovadores a la gestión escolar, que reviertan en una mayor competitividad del proceso educativo.

 

Tres años después de la última edición del informe Pisa, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha vuelto a dar "calabazas" al sistema educativo español. Según el Pisa 2006, que este año ha centrado su evaluación en materias de ciencias, España se sitúa en el puesto 31 en conocimientos científicos entre estudiantes de 15 años, de un total de 57 países participantes. Un lugar sin duda mediocre para la octava potencia económica mundial.

 

Detrás de esta mala nota encontramos, según los expertos, una combinación de diversos factores como una política educativa poco estable, con reiteradas reformas del sistema educativo, los nuevos modelos de familia, y los cambios sociológicos derivados de fenómenos como la inmigración o las nuevas tecnologías.

 

Ante todo ello, actualmente existe un serio problema de co-responsabilidad en la educación de los más jóvenes: que padres y profesores vayan "a la una" parece hoy en día un reto mucho más difícil que enseñar matemáticas o literatura.

 

El papel de la tecnología en este contexto suele asociarse a tendencias educativas basadas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), como dotar a los alumnos de ordenadores en las aulas para realizar sus ejercicios, etc...

 

Las nuevas tecnologías pueden reducir la brecha padres-escuela

Pero más allá de la utilidad de estas herramientas como instrumentos educativos, la tecnología puede resultar clave para gestionar de una manera eficiente la información y la comunicación en la escuela.

 

Según Jesús Lázaro, consejero delegado de EduExcellence, "las nuevas tecnologías pueden reducir la brecha educativa entre el colegio y las familias, a partir de un mayor nivel de comunicación entre ambos, que revierta en un mejor rendimiento de los alumnos".

 

Compartir la información

 

La clave de todo ello, sin duda, es compartir el máximo grado de información posible. Actualmente, parte de la dificultad de integrar a las familias en el compromiso educativo responde a una falta de información. Según Lázaro, "si los padres llegan a la tutoría sin saber cómo está evolucionando su hijo, el 70% del tiempo se empleará en detallar su comportamiento, y sólo el 30% se empleará en buscar acciones correctivas, en los mejores casos".

 

Sin embargo, "si los padres están constantemente informados, llegarán a la escuela con un trabajo previo hecho en casa, y dispuestos directamente a buscar soluciones", explica Lázaro.

 

En cuestiones como esta es donde las nuevas tecnologías pueden aportar un plus de eficiencia y competitividad al sistema educativo. En el caso de EduExcellence, la solución pasa por instalar un software de gestión por módulos que permite recopilar, compartir y transmitir información de manera automática e instantánea.

 

En el caso de las tutorías, los padres y madres tienen acceso vía Internet a la ficha de su hijo, donde constantemente se actualiza la información sobre absentismo o comportamiento de los alumnos. La recopilación de estos datos es automática. Cada profesor dispone de una "hoja de control" al inicio de cada clase: un papel donde, a mano, pasa lista y anota comentarios en caso de mal comportamiento u otras observaciones. Estos papeles se introducen en el sistema de EduExcellence a partir de un escáner convencional, y el software se encarga automáticamente de gestionar la información y hacerla visible a quien convenga.

 

"Es muy importante que el sistema se adapte a las costumbres del profesorado y no al revés", explica Lázaro. "Si hubiéramos diseñado un sistema a partir de PDAs, etc... no funcionaría. Los profesores no tienen que notar ninguna complicación, escriben en un papel como siempre, y la tecnología hace el resto".

 

Más tiempo para educar

 

La mayoría de las empresas españolas ya han aprendido que las tecnologías de la información permiten que ciertas acciones se realicen de manera automática, pero en el caso de las escuelas se mantiene una tradición "manual" que resulta poco competitiva.

 

En el caso de las tutorías ya analizado, los responsables de EduExcellence calculan que el tutor se ahorra más de dos horas de perseguir a los profesores para que le cuenten cómo va tal o cual alumno, antes de sentarse a hablar con los padres. Pero hay otros ejemplos.

 

Los alumnos se han ido de excursión y su vuelta se retrasa por un atasco. Hasta hora, la secretaría se colapsaba con llamadas de y a las familias para avisar del incidente. Con el software adecuado, se puede avisar por SMS a todos los interesados en un minuto y con mucho menos coste. Sin una sola llamada.

 

La semana que viene hay una reunión de padres de Segundo A. El tutor reparte una notificación a los profesores, que la reparten entre los alumnos, que se la dan a sus padres (si se acuerdan), y ellos las devuelven firmadas. Con el software adecuado, una vez más, el proceso podría ser automático y mucho más fiable.

 

Los ejemplos son muchos y muy variados, pero el denominador común está en pensar la escuela como cualquier otra empresa del siglo XXI, donde la información es oro, y el tiempo, por supuesto, también. Si la Administración y los centros privados adoptan esta mentalidad, quizás el próximo informe de la OCDE no nos pise tan fuerte.

fuente:www.noticias.com

Escrito por el 19/12/2007

0 comentarios