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La política agrícola europea se somete a revisión

La política agrícola europea se somete a revisión

La Política Agrícola Común ha vuelto al tapete de la política de la UE. El sistema de subvenciones y las cuotas raya en el anacronismo. El viento de reforma se siente ya; algunos se oponen.

 

 

 

Lagos de leche y montañas de mantequilla, generosas subvenciones de Bruselas. Los prejuicios hacia la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea se mantienen a pesar de que esta se ha transformado en los últimos 5 años. Buena parte de las subvenciones ha desaparecido, también los restantes de producción. El presupuesto agrícola de la UE, sin embargo, sigue siendo grande, un 40%. Con una UE de 27, los gastos serán mayores y la distribución de los dineros tendrá otras prioridades. 

 

 

 

La política agrícola, entonces, ha vuelto al tapete. Semestre tras semestre, los líderes del Consejo Europeo se han pasado el tema como una papa caliente. Teniendo en cuenta la disminución en la reserva de trigo y la carestía de los alimentos, a la Comisión Europea le queda claro que urge actuar. Los ministros de Agricultura acordaron, ya en 2003, una reforma de la PAC. Su objetivo eran las subvenciones directas a los agricultores europeos.

 

 

 

Cuestionamientos básicos

 

 

 

La comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel, plantea revisar el asunto, y se cuestiona básicamente: cómo hacer el sistema más transparente y eficiente; cómo utilizar los mecanismos de la regulación del mercado en un mundo globalizado con una UE ampliada; y cómo afrontar los desafíos que plantea el cambio climático, las energías renovables y la escasez de los recursos hidrológicos. Para el 2013 –año en que habría que aprobarse un nuevo presupuesto- tendría que haber pasado ya “algo”.

 

 

Recortar paulatinamente las subvenciones a las grandes empresas agrícolas está en los planes. Un 13% de los pagos directos a las empresas que reciben más de 5000 euros al año debe ser redireccionado y favorecer el desarrollo rural. Para una empresa que recibe en este momento 400.000 euros anualmente, representa un recorte de unos 50.000 hasta el 2012. A la Asociaciones de Agricultores esto no le cae nada bien, por supuesto.

 

 

 

Caer mullidamente

 

 

 

Un abandono paulatino del sistema de cuotas lecheras está también a la vista. Hasta el 2015. Adoptado el sistema en 1984, su propósito era, limitando la oferta, garantizar un precio estable. ‘Anacrónico es el sistema en la opinión de la comisaria Fischer Boel. Sin embargo, la comisión no pretenden que los empresarios del agro caigan de bruces, se proponen organizar una caída mullida.

 

 

 

La acusación de que la PAC es co responsable de la crisis alimentaria actual, es para los líderes de la UE un guante que no van a ponerse. El ministro alemán de Agricultura, Horst Seehofer, opina: “creemos que podemos aportar a una solución del problema, no que somos su causa. Las exportaciones subvencionadas han desaparecido casi totalmente. No debemos desarrollar una política de renuncias y de prohibiciones, sino desarrollar una perspectiva para que los países con problemas puedan reforzar y asegurar su producción alimentaria en un plazo previsible”.

 

 

 

Hasta la siguiente Cumbre de la UE, con Francia como anfitrión, los 27 procurarán vislumbrar el nuevo curso de la política agrícola. Pero justo con los franceses –los mayores beneficiarios de las subvenciones- la reticencia a los recortes será grande.

 

 

 

Anke Hagedorn/mb

 fuente:Deutsche Welle

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