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Arteriografía

Arteriografía

  

  

  

  

 

 

 

¿En qué consiste una arteriografía?

La arteriografía es una técnica de imagen que consiste en el estudio de estructuras vasculares mediante su opacificación con un material de contraste para su observación posterior en un equipo de rayos-X. De esta manera se puede conocer el estado de la vascularización de un territorio anatómico u órgano. Por ello hablamos de arteriografía renal, pulmonar, etc. Esta prueba se conoce también como Angiograma ó Angiografía.

 

 

 

¿Cuáles son sus indicaciones?

La arteriografía se utiliza para hacer diagnósticos específicos ayudando a identificar y localizar oclusiones (cierre de los vasos), áreas de estrechez o de dilatación, o sitios de sangrado, o malformaciones de los vasos sanguíneos. También se realiza el examen cuando una persona tiene síntomas de enfermedad vascular (aguda o crónica), por ejemplo en la extremidad o después de un trauma. En muchas ocasiones, además de ser una herramienta diagnóstica, puede ayudar a determinar el mejor tratamiento, el cual puede realizarse utilizando el mismo tipo de catéteres utilizados en la arteriografía, en lugar de requerir una cirugía más extensa.

 

 

 

¿Cómo se realiza esta prueba?

Este estudio se realiza en el hospital o en un centro de atención ambulatoria que disponga de un laboratorio especial que disponga  de todos los medios técnicos y profesionales para solucionar cualquier complicación. La técnica se realiza tras la obtención del consentimiento informado firmado por el paciente, documento que explica en qué consiste estas técnica, sus riesgos y posibles alternativas. Para proceder a su realización, se debe rasurar y desinfectar el área donde se va a insertar el catéter (tubo flexible), previa administración de anestésico local. Este procedimiento se controla por medio de un fluoroscopio (un tipo de rayos X que proyecta las imágenes en una pantalla de televisión). El catéter se mantiene abierto lavándolo periódicamente con una solución salina que contiene heparina, la cual impide que la sangre se coagule dentro del mismo.Una vez que el catéter se ha colocado en el vaso sanguíneo de interés, se inyecta el medio de contraste y se toman las imágenes. Si el paciente está muy ansioso, se puede administrar un sedante. Durante este procedimiento se monitorizan el pulso (ritmo cardíaco), la presión sanguínea y la respiración. Después de tomar las radiografías se retiran el catéter y la aguja e inmediatamente se ejerce presión en el lugar de inserción durante 10 ó 15 minutos para detener el sangrado. Después de esto, se revisa el área y se coloca un vendaje ajustado.

 

 

 

¿Qué preparación precisa esta técnica?

Previo a su realización, el paciente debe suspender el consumo de alimentos sólidos y líquidos ocho horas antes y es posible que sea necesario suspender algunos medicamentos, como aspirina u otros anticoagulantes, antes del procedimiento. Sin embargo, ningún medicamento se puede descontinuar a menos que el médico lo haya aconsejado. Se debe informar al médico si la paciente está embarazada, si tiene alergias a algún medicamento, sobre los medicamentos que está tomando (incluyendo cualquier preparación homeopática a base de hierbas), si ha tenido problemas previos de sangrado, o si ha presentados reacción alérgica al medio de contraste o a sustancias con yodo.

 

 

 

¿Se siente alguna molestia durante la realización de esta prueba?

Dependiendo del tipo de arteriografía, es posible que el paciente experimente diversos síntomas cuando el médico inyecta el medio de contraste. Por ejemplo, con un arteriografía de la cabeza  se puede sentir una breve sensación de flujo repentino de agua en esta parte. Si la vía intravenosa se coloca en la ingle, se le pide al paciente acostarse horizontalmente sobre la espalda durante algunas horas después del examen para evitar sangrado, lo que puede causar molestias leves en la espalda.

 

 

 

¿Cómo se interpretan los resultados de esta prueba?

Los valores normales dependen de la indicación de la prueba, obteniéndose la imagen de la anatomía normal del territorio vascular estudiado. Los resultados anormales consisten en la presencia de malformaciones, obstrucciones ó dilataciones de los vasos, así como la presencia de trombos, entre otros.

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