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Ahorrar energía es cosa de todos

Ahorrar energía es cosa de todos

Albert Benedicto

Socio Director de Cimkey

07/08 Es curioso que casi siempre uno de los factores que provoca las crisis sea el incremento del precio del petróleo. En España producimos otras energías alternativas como son la energía eólica y la energía nuclear, y a más pequeña escala la energía solar. Todo ello no basta, sin embargo, para cubrir nuestras necesidades...

 

Las noticias económicas no son nada halagüeñas: el IPC armonizado supera el 5%; el barril de petróleo está cerca de los 150 $; el incremento imparable de los alimentos básicos; la caída del sector inmobiliario; las amenazas del Banco Central Europeo de aumentar los tipos de interés; las restricciones de los bancos en lo referente a los créditos; etc. En definitiva, todo ello suena a crisis económica.

 

Es curioso que casi siempre uno de los factores que provoca las crisis sea el incremento del precio del petróleo. La dependencia energética de casi todos los países del mundo respecto a este producto es excesiva. En España producimos otras energías alternativas como son la energía eólica y la energía nuclear, y a más pequeña escala la energía solar.  Todo ello no basta, sin embargo, para cubrir nuestras necesidades. Otros derivados del petróleo son los carburantes cuyo precio se ha disparado en los últimos meses y está afectando de forma dramática a algunos colectivos del sector del transporte.

 

"Mientras no encontremos alternativas, el único camino es ahorrar energía"

La industria química también depende de muchos derivados del petróleo que son utilizados como materias primas para producir muchos productos. Visto el panorama parecería razonable que los gobiernos apoyaran iniciativas para ir reduciendo esta dependencia.  En lo referente a los carburantes, existe una alternativa que son los biocombustibles, y concretamente el biodiesel. Sin embargo, y debido a que para fabricarlo se requieren productos de origen vegetal como algunos cereales, esto ha provocado el incremento de los precios de estos productos que son la base de la alimentación de muchas personas en el mundo, y consecuentemente una crisis alimentaria de enormes proporciones.

 

Así las cosas, no parece que estemos encontrando el camino para evitar la petróleo-dependencia. Sin embargo hay que seguir intentándolo. Las alternativas ya comentadas son un camino, pero tenemos que buscar otros, y mientras tanto tenemos que ahorrar energía (y se puede,  no es una utopía).  En España se comenta mucho que hay que mejorar la productividad de las empresas. Esto de alguna manera significa que se fabrique más y mejor con menos coste y una parte de este coste tiene que ver con el ahorro del gasto energético.

 

Para ello en las industrias probablemente haya que cambiar algunos procesos productivos que resultan demasiado costosos, sea por las materias primas que se utilizan, sea por el coste energético, o por las deficientes instalaciones que producen muchas mermas.

 

En general en las empresas se tendrán que planificar mejor todos los recursos. Todos los implicados - empleados, clientes y proveedores - tendrán que trabajar mejor. Cuando un cliente tiene una necesidad no prevista suele pedir al proveedor una respuesta rápida, y éste le atiende sin contabilizar los costes derivados de tanta premura. Si lo hiciera (y lo debería hacer), los clientes se lo pensarían dos veces para planificar mejor sus necesidades.

 

La ineficiencia en las organizaciones dispara los costes y entre ellos, obviamente, el consumo energético. Tal y como están las cosas, este es un lujo que no nos podemos permitir.

 

 

Fuente:www.noticias.com

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