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Vuelve a la Comisión de Salud proyecto que prohíbe la venta de de comida chatarra en colegios

Vuelve a la Comisión de Salud proyecto que prohíbe la venta de de comida chatarra en colegios.Senadores desean perfeccionar el proyecto.

 

Con el fin de perfeccionar el proyecto, en primer trámite, que prohíbe la venta y publicidad de comida chatarra en los colegios y sus alrededores, el Senado acordó devolver por 30 días a la Comisión de Salud la iniciativa.

 

La decisión se adoptó a petición de la senadora Evelyn Matthei, quien citó estudios de especialistas de la Universidad Católica, como la doctora Ximena BerrÍos en cuanto a la necesidad de adoptar una política o estrategia enmarcada en la línea de la Organización Mundial de la Salud sobre régimen alimentario, actividad física y salud.

 

Durante el debate intervinieron los senadores Guido Girardi, Carlos Bianchi, Evelyn Matthei, Sergio Romero, Mariano Ruiz-Esquide, Alejandro Navarro y Juan Pablo Letelier.

 

El senador Guido Girardi, presidente de la Comisión de Salud, defendió la postura de aprobar en general esta iniciativa que dispone normas mínimas relativas a la producción, distribución, comercialización y consumo de los alimentos, orientando la conducta del consumidor mediante señales e información claras sobre la calidad y cantidad de lo que se está consumiendo.

 

Precisó que "estamos ante un problema complejo que requiere de cambio de hábitos, porque en la actualidad más del 20% de los escolares son obesos y si uno suma obesidad y sobrepeso llegamos a que casi al 50% De nuestros escolares sufre de esta condición". Por ello, "este proyecto busca regular la publicidad y venta de alimentos altos en sal, azúcar y grasas".

 

El senador Carlos Bianchi si bien valoró esta iniciativa, indicó que también es necesario abordar la situación de numerosos trabajadores que se desempeñan en locales de comida rápida y cuyo único alimento es lo que producen, "por eso presenté una iniciativa en tal sentido", dijo y añadió que "tampoco hay que olvidar que muchos adultos mayores no tienen los recursos para acceder a una dieta balanceada".

 

La senadora Evelyn Matthei recalcó que el "hay que enfrentar la obesidad de la misma manera que se enfrenta la drogadicción, la iniciación sexual a temprana edad o el alcoholismo, es decir, mediante la entrega de información y educación a temprana edad para darle un soporte emocional al niño para que elija vía correcta".

 

En tanto, el senador Mariano Ruiz- Esquide admitió que "si bien este proyecto no resuelve el problema de la obesidad y el sobrepeso en nuestro país, constituye un primer paso. La norma pretende orientar y generar un marco regulatorio donde la gente pueda entender lo que es más adecuado" y, en ese sentido la propaganda genera numerosas conductas.

 

Por su parte, el senador Sergio Romero afirmó que "es preciso abrir un debate amplio sobre esta materia, porque hay algunos senadores que piensan que debiera haber un planteamiento que considere con mayor profundidad algunas posiciones de especialista que no fueron consideradas previamente para poder recoger todas las ideas".

 

En tanto, el senador Alejandro Navarro puso énfasis en la necesidad de "regular especialmente la publicidad dirigida a los niños porque ha quedado claro que la actual autorregulación que promueve la industria no ha dado los resultados esperados y los niños siguen siendo el sector etáreo más persuadible".

 

Finalmente, el senador Juan Pablo Letelier recordó que otros aspectos que también tienen que ver en esta política de alimentación más saludable es la rotulación de los alimentos, porque todos sabemos que hay algunas industrias que son más responsables que otras". Añadió que también es un derecho del consumidor estar informado sobre si los productos contienen elementos genéticamente modificados.

 

MARCO REGULATORIO

 

Cabe señalar que el proyecto originado en una moción de los integrantes de la Comisión de Salud, senadores Evelyn Matthei, Guido Girardi, Carlos Ominami, Mariano Ruiz-Esquide y Carlos Kuschel apunta a dotar a la población de la información necesaria que le permita saber efectivamente qué tipo de alimentos está consumiendo.

 

Para ello se establece un marco regulatorio especial sobre seguridad alimentaria y alimentación saludable, que advierte los riesgos de consumir alimentos nocivos para la salud.

 

En tal sentido, la iniciativa dispone que todos los que comercialicen alimentos destinados al consumo humano deberán asegurar su inocuidad, fomentar un consumo racional y saludable, e "informar veraz e íntegramente sobre la composición de sus productos , subproductos y componentes".

 

Además, se entrega una definición de "nutrientes indicadores de calidad de dieta" como todos aquellos cuyo contenido excesivo o deficitario en los alimentos pueden constituir un factor de riesgo para la salud de las personas, incluyendo efectos de largo plazo como la prevalencia o severidad de enfermedades crónicas relacionadas con la nutrición.

 

Los fabricantes, distribuidores e importadores de alimentos deberán declarar y rotular el contenido de nutrientes indicadores de calidad de dieta en el envase o rótulo del producto e informar de ello a la autoridad sanitaria. Se obliga a rotular el contenido de grasas totales, grasas saturadas, grasas trans, azúcar, sodio, fibra y calcio.

 

Por otra parte, los establecimientos educacionales deberán incluir en sus programas de estudios, hábitos de una alimentación saludable y los efectos nocivos de una dieta excesiva en grasas, grasas saturadas, azúcares, sodio y otros alimentos cuyo consumo en determinadas cantidades o volúmenes pueden representar un riesgo para la salud.

 

Quienes infrinjan esas disposiciones, se arriesgan al pago de multas que fluctúan entre las 50 y las 5.000 Unidades Tributarias Mensuales, es decir entre $ 1.733.400 y $173 millones

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