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La vida necesita diversidad biológica.

 

La vida necesita diversidad biológica.

 

 

 

   Ya sea el pez grayling de Nueva Zelanda (Prototroctes oxyrhynchus), el ajo silvestre (Allium vineale) o la foca monje del Caribe (Monachus tropicalis) las tres especies tienen algo en común: todas han desaparecido hace tiempo de la faz de la tierra. Si bien la desaparición de especies constituye un proceso natural, durante las últimas décadas la desaparición de especies animales y vegetales ha alcanzado una velocidad nunca antes vista. Y esto trae consigo consecuencias graves. Porque solamente es posible asegurar nuestra alimentación cuando existe una diversidad de animales y plantas. Y nosotros mismos ponemos en peligro esta diversidad a través de una explotación depredadora de la naturaleza. Ya es hora de proteger mejor la biodiversidad de nuestro planeta y actuar en conjunto. Y éste es exactamente el objetivo al cual se ha comprometido la IX Conferencia de Protección de la Naturaleza de las Naciones Unidas, a celebrarse en Bonn en Alemania, del 19 al 30 de mayo de 2008.

 

 

¿Pero qué es exactamente la diversidad biológica, cuáles son las iniciativas que existen en todo el mundo para su sostén y qué puede aportar cada individuo?

 

El concepto de la diversidad biológica no incluye solamente la diversidad de todos los seres vivos en nuestro planeta, sino que más que nada abarca la diversidad de las especies, sus factores hereditarios y sus espacios vitales. Es esta diversidad la que asegura nuestra supervivencia, ya que cuantas más especies y mayor diversidad genética existan, mayor es la capacidad de las plantas y los animales para adaptarse a los cambios del medio ambiente. Plantas que constituyen un alimento básico, como el arroz, pueden ser amenazadas por parásitos o por una enfermedad. Por consiguiente, es necesario el material genético de las formas silvestres de nuestras plantas útiles para la continuidad de las especies y para nuevos cultivos, que puedan cubrir la necesidad de una alimentación saludable y más variada. La creciente población mundial y el cambio climático indican cuán importante es la biodiversidad, ya que los seres vivos deben adaptarse de forma especialmente dinámica a los cambios del medio ambiente. La riqueza de especies es también la base para la fabricación de múltiples productos, como remedios y medicamentos, así como para muchas innovaciones técnicas en todo el mundo. Un ejemplo actual en los Estados Unidos de Norteamérica, donde se ha desencadenado una gran mortandad de abejas, demuestra cuán grande es el peligro que conlleva una destrucción de la diversidad. Dado que las abejas polinizan más de 90 diferentes especies de frutas y verduras, una disminución extrema de éstas podría poner en peligro el abastecimiento alimentario de la población de los Estados Unidos.

 

 

Un sistema sensible: la diversidad biológica y el cambio climático

 

La destrucción de sistemas ecológicos como selvas y zonas húmedas se encuentra en una estrecha relación con el abastecimiento de agua potable y el cambio climático. Una mayor radiación ultravioleta llega a nuestro planeta a través de una capa de ozono más reducida, dañando a los organismos y calentando a la Tierra. El calentamiento global, a su vez, influye directamente sobre la diversidad de las especies. Un ascenso de temperatura de unos pocos grados puede significar la muerte de múltiples plantas y animales. Y cuando determinadas especies desaparecen de un espacio vital, éste se desequilibra y pone en peligro a otras especies y espacios vitales - un ciclo peligroso para la vida misma.

 

La ciencia ha descrito hasta ahora aproximadamente 1,8 millones de especies en todo el mundo. Esto suena impresionante, pero representa solamente una fracción de lo que posiblemente todavía pueda descubrirse: por lo menos 15 millones de especies en todo el mundo. La mayor concentración de especies se encuentra en los así llamados "hot spots". Estas 25 zonas de nuestro planeta con la mayor cantidad de especies - por ejemplo en países como Perú, la República Democrática del Congo o Borneo, o sea países que se encuentran generalmente en las zonas tropicales o sub-tropicales - constituyen solamente el 1,4 por ciento de la superficie del planeta y, sin embargo, aquí se encuentra el 44 por ciento de todas las plantas y una tercera parte de todas las especies vertebradas.

 

Sin embargo, la riqueza de especies disminuye más rápidamente de lo que la investigación logra descubrirlas y clasificarlas. En el caso de mamíferos y pájaros, la tasa de extinción natural actual supera a los factores de 100 hasta 1000. Y el hombre es el culpable: las selvas se convierten en estepas agrícolas para la plantación de monocultivos; superficies para el pastoreo y plantaciones de plantas forrajeras para bovinos, destinadas a cubrir las crecientes necesidades cárnicas, desplazan los ámbitos vitales de otras plantas útiles; en los océanos se agotan las reservas de peces y se exterminan especies animales poco comunes. Y muchas veces los consorcios agrícolas sacan provecho de la disminución de la diversidad de especies, ya que en este caso aumenta la demanda por semillas estandarizadas y a menudo patentadas.

 

 

Actuar en conjunto: Los objetivos de la Conferencia de Protección de la Naturaleza de las Naciones Unidas

 

La naturaleza puede existir sin el hombre. Pero los hombres no pueden existir sin la naturaleza. Cada vez crece más la conciencia sobre la relación que existe entre la intervención humana y la disminución en la diversidad de las especies. Y cada vez se impone más la idea de que es necesario tomar medidas para la protección de las especies y sus ámbitos vitales. Todos pueden realizar un aporte para la protección de la diversidad de las especies: Desistir del uso de plaguicidas y utilizar abonos naturales promueve cultivos compatibles con el medio ambiente y que protegen a las diversas especies. Una menor demanda de maderas tropicales disminuye la deforestación de la selva dirigida al mercado exportador. Quien adquiere productos regionales, fortalece la diversidad in situ y evita los alimentos normados, los cuales provienen muchas veces de la agricultura industrial. Y a pesar de todo: La protección de la diversidad de las especies necesita de la cooperación mundial y no debe detenerse frente a los intereses económicos de los países industrializados.

 

Ya en el año 1992, en la Cumbre Mundial de Río, a través del Convenio sobre la Diversidad Biológica (Convention on Biological Diversity, CBD), y luego en el año 2002, mediante la decisión de "reducir en forma significativa" la disminución de la diversidad de las especies biológicas antes del año 2010, se intentó hacer más lenta la dramática disminución de la diversidad de las especies. Y, hasta ahora, con un éxito dudoso. En la IX Conferencia de Protección de la Naturaleza de las Naciones Unidas se pondrá de manifiesto si es posible cambiar el rumbo en los dos años que restan hasta el 2010. Del 19 al 30 de mayo de 2008 se reunirán en Bonn 5.000 representantes de todo el mundo, presentarán los resultados de los esfuerzos realizados hasta hoy para la protección de la diversidad biológica y asesorarán sobre medidas posteriores.

 

 

La Agenda se compone de cuatro grandes bloques temáticos:

Los recursos biológicos deben favorecer - en mayor grado a lo que sucede en la actualidad - también a los países en los cuales se originan. Esto debe establecerse de manera obligatoria en el derecho internacional, y Alemania intercederá a favor de este objetivo en la Conferencia en Bonn.

Enfoques innovadores para mejorar la situación financiera de la protección a la diversidad. A esto pertenecen, por ejemplo, los impuestos para el uso de bienes ambientales o recursos genéticos, así como también un sistema de premios que favorezca a los que renuncien a la utilización de valiosos bienes naturales.

Creación de nuevas áreas protegidas. Ya han sido creadas numerosas áreas protegidas, pero no son suficientes. Ante todo hacen falta áreas para proteger la diversidad marina.

Ampliación de las decisiones tomadas hasta el momento en pro de la protección de los bosques.

En el contexto de la justicia global

 

"Somos también responsables de que nuestros esfuerzos en pro de una mejor protección climática no conduzcan a más hambre, pobreza, destrucción del medio ambiente y el daño a la diversidad de las especies en otras partes del mundo" declaró la Ministra Alemana de Cooperación Económica y Desarrollo Heidemarie Wieczorek-Zeul, en ocasión de un diálogo político organizado por InWEnt antes de dar comienzo a la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica. Destacó especialmente el significado de la diversidad biológica en la política de desarrollo y advirtió sobre las consecuencias ante su pérdida. Esto llevaría consigo la destrucción de la base económica, social y cultural de las personas, y los pobres serían los más perjudicados.

 

Los demás participantes también exigieron una rápida intervención ante la pérdida de los recursos biológicos. Lucy Mulenkei, gerente del "Indigenous Information Network" de Kenia, resaltó la necesidad de respetar a la población indígena y sus conocimientos tradicionales, así como de integrarlos adecuadamente en las decisiones. El experto en desarrollo etíope Kiflemariam Gebrewold explicó, por medio de un ejemplo, lo importante que es la diversidad biológica en la agricultura para el aseguramiento de la alimentación de los pequeños campesinos locales.

 

 

 

Fuente:Deutsche Welle

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