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Senador Coloma y Diputado Forni proponen medidas para atenuar emergencia agrícola.

Senador Coloma y Diputado Forni proponen medidas para atenuar emergencia agrícola.
Senador Coloma y Diputado Forni hacen llamado a la autoridad a no dejar morir la agricultura.Dicen que hay que reorganizar Indap porque no es una entidad financiera sino de capacitación.

Cerca de tres millones de chilenos que habitan en zonas rurales viven una dura realidad. Otros millones de chilenos de escasos recursos y de clase media se verán impactados por la crisis que vive el sector agrícola por el alza en el precio de los alimentos.

La actual crisis del sector agrícola, profundizar las desigualdades entre el sector rural y urbano. Sólo a vía de ejemplo, las familias que se ubican en el primer y segundo quintil en zonas urbanas ganan en promedio un 40% más que las familias de zonas rurales, diferencia que se acrecienta en los quintiles de ingresos más altos. Para nadie es un misterio que la pobreza y la indigencia son mayores en las zonas rurales.

Como representantes en el Parlamento de comunas rurales podemos decir con toda claridad que lo que estamos viviendo hoy se debe a que desde sus inicios los Gobiernos de la Concertación no han tenido claro que hacer en materia agrícola.

El Gobierno parece olvidar que un número importante de familias chilenas viven en y del campo. Las crisis como las que hoy vive el sector afectan no sólo a los grandes exportadores sino también a estos chilenos que ven peligrar su fuente de empleo e ingresos.

Interpelamos públicamente al Gobierno a considerar al menos las siguientes 10 medidas:


NO MAS MEDIDAS DE PARCHE FRENTE A FENOMENOS DE SEQUIA

Los comités de crisis, la entrega de agua para consumo humano, el forraje, los fardos de pasto y otras medidas adoptadas después del problema, ayudan y deben mantenerse, pero son sólo medidas de parche. Sabiendo que estos procesos son cíclicos y que existe un número importante de hectáreas que deben contar con seguridad de riego para ser incorporadas al proceso productivo es fundamental contar con un PROYECTO PAIS de construcción de embalses y obras de riego que aborde este tema desde una perspectiva de largo plazo. Hay que acelerar embalses como Convento Viejo (VI Región), El Bato (IV Región) y Ancoa (VII Región) y de una vez por todas tomar la decisión de construir el embalse de Chacrillas (Putaendo), Puntilla del Viento (Los Andes) y tres embalses en la Petorca y La Ligua.

Resulta fundamental invertir más y mejor en el revestimiento de canales, y establecer concursos especiales de riego para proyectos que permitan aumentar el número de hectáreas con riego tecnificado.



B) EVITAR UTILIZACION POLITICA DE AYUDA EN SITUACIONES DE EMERGENCIA O EN PERIODOS ELECTORALES.

Toda la ayuda que se entrega en situaciones de emergencia agrícola o en épocas previas a eventos electorales debe ser entregada con criterios técnicos y sociales, debidamente fiscalizada y toda la información transparentada. Proponemos que se de cuenta en detalle, trimestralmente, del monto de esta ayuda, los criterios para su distribución y sus beneficiados a la Cámara de Diputados y el Senado a través de sus Comisiones de Agricultura. Igual norma debe regir en todos los programas que signifique la entrega de beneficios en los períodos preelectorales.

INDAP NO ES UNA INSTITUCION FINANCIERA, ES UN INSTITUTO DE CAPACITACION Y DESARROLLO.

Es preciso reestructurar y organizar el INDAP como una institución de real apoyo técnico a la agricultura. En la actualidad, INDAP ha pasado a ser una institución financiera mas, cuando su verdadero rol consiste en entregar recursos asociados a proyectos y asesoría técnica. Los créditos de INDAP se han convertido para muchos parceleros en verdaderos salvavidas de plomo, pues han fracasado en sus proyectos, han perdido la plata prestada y han quedado endeudados con la institución. Aquellos campesinos que tienen buenas ideas para mejorar e innovar, deben ser apoyados con asesoría técnica y con recursos.

PROGRAMAS ESPECIALES PARA ENFRENTAR SITUACIONES DE CRISIS.

Deben existir programas preestablecidos, ágiles y eficientes, para enfrentar situaciones de crisis que contemplen, entre otras medidas, condonaciones, renegociaciones y reprogramaciones de créditos cumpliéndose determinados requisitos. Asimismo, es fundamental contar con programas de reconversión y programas especiales de empleo rural para agricultores en aquellas zonas consideradas más críticas.
Tratándose de agricultores que cuentan con propiedades agrícolas debe ampliarse la gama de garantías disponibles. Existe una iniciativa en el Senado que permite emitir letras hipotecarias respaldadas por las propiedades agrícolas (no es posible actualmente).

E) CAPACITAR E INFORMAR A LOS PEQUE-OS AGRICULTORES PARA QUE PUEDAN TOMAR BUENAS DECISIONES.

Creemos que la autoridad debe mejorar ostensiblemente la capacidad de actualización y entrega de la información que se genera con el objeto de apoyar decisiones, tanto públicas como privadas Los pequeños agricultores muchas veces toman decisiones en base a la escasa información que manejan o sencillamente considerando sus intuiciones. La falta de educación y de información es un problema que afecta a muchos campesinos de nuestro país.
Se necesita que los organismos del Estado entreguen información relevante para la toma de decisiones y provea de más capacitación para los pequeños agricultores que les permita no sólo mejorar su productividad sino también acceder a programas existentes y que se desconocen.

NO DORMIRSE EN LOS LAURELES Y SEGUIR HACIENDO ESFUERZOS POR LLEGAR A NUEVOS MERCADOS.

El Gobierno debe comprometerse a fondo en la apertura y defensa de mercados. Nuestras embajadas y agregados comerciales y agrícolas deben pasar a tener un rol más activo en esta tarea. Deben existir metas objetivas y evaluables en función de una estrategia previamente acordada con el sector privado exportador. Esto requiere mayores recursos y voluntad política de mejorar las campañas de Imagen País.

G) NO MAS MOSCA DE LA FRUTA NI PLAGAS QUE PONGAN EN RIESGO NUESTRA IMAGEN Y NUESTRO PATRIMONIO FITO Y ZOOSANITARIO.

La fitosanidad es un activo altamente valorado en el exterior y los hechos de los últimos años representa un riesgo y un alto costo para nuestros productores y exportadores. Lamentablemente en los últimos años al SAG se le han entregado diversas y variadas funciones, descuidando muchas veces su tarea primordial: resguardar el patrimonio fito y zoosanitario. Nuestras barreras de ingreso al país no son lo suficientemente seguras, producto de la ausencia de adecuado equipamiento y tecnología de punta, sumado a una legislación que no es lo suficientemente rigurosa como para evitar la tentación de ingresar productos prohibidos. Esto ha provocado que en los últimos años se haya detectado mosca de la fruta hasta en tres regiones simultáneamente con la consecuente inquietud en la comunidad internacional, el daño a nuestra imagen y el perjuicio económico para el sector productor exportador y para el Estado.

CONTRIBUIR A NO GENERAR CLIMA DE DIVISION EN NUESTROS CAMPOS.

En el ámbito laboral, nos parece que se debe seguir avanzando en buscar puntos de encuentro para mejorar, en conjunto, el clima laboral y las condiciones de trabajo en general. Los conflictos que se viven en otras áreas de la economía no se pueden reproducir en nuestros campos. Existen buenas iniciativas ya implementadas, pero hay que profundizar en ellas. Sería conveniente difundir masivamente el Manual de Buenas Prácticas Laborales Agrícolas, recientemente editado por el sector productor agrícola exportador, y tratar de incorporarlo en el Programa de Buenas Prácticas Agrícolas de la industria, con el objeto de poder verificar su cumplimiento y reconocer la labor de las empresas socialmente responsables.
Junto a lo anterior es necesario que exista una rigurosa, pero justa y criteriosa fiscalización del cumplimiento de la normativa laboral por parte de las Direcciones del Trabajo y avanzar en la solución de problemas que afectan a los trabajadores agrícolas temporeros, como por ejemplo la previsión.

NO LE HAGAMOS MAS PESADA LA CARGA A NUESTROS AGRICULTORES

El sector agrícola es demasiado importante para la generación de empleo como para seguir cargándole la mata. Es por decir lo menos, una falta de criterio que en las actuales circunstancias el Gobierno insista en incluir el mes de Abril dentro de los meses de horario punta, en circunstancias que el sector agrícola, a diferencia de otros sectores, no puede trasladar su consumo a otra fecha. A las alzas normales de las tarifas eléctricas, las que han alcanzado a cifras superiores al 50% en los últimos 24 meses, debe agregarse este nuevo gravamen.

J) MOSTRAR AL MENOS PREOCUPACION POR EL BAJO TIPO DE CAMBIO

A todo los problemas que vive el sector se suma la histórica baja en el tipo de cambio. Con un dólar que esta semana se ha acercado a los $400, resulta imposible que nuestros productores agrícolas, particularmente los medianos y pequeños, puedan ser competitivos.

Aún confiamos en que el Gobierno adopte medidas ingeniosas que permitan fortalecer nuestra moneda y evitar más daño al sector exportador. Esperamos por ejemplo que a la brevedad las empresas ligadas al sector exportador puedan pagar sus impuestos de Primera Categoría en moneda extranjera, en forma voluntaria o aumentar el límite de inversión de las AFP en el exterior. En esta materia se han tomado algunas medidas, pero las condiciones del mercado internacional no han permitido que surtan todos sus efectos.

Queremos hacer un llamado al Gobierno a preocuparse de una vez por todas del mundo agrícola, de los más de dos millones de chilenos que viven en el campo. A la pobreza acostumbrada, se suma ahora una nueva situación de crisis. No queremos que los chilenos que viven en zonas rurales emigren, no queremos tener que importar nuestras frutas y verduras, no queremos que se acabe una importante fuente de trabajo e ingresos para el país. En suma, no queremos que se deje morir a nuestra agricultura, estrechamente ligada a nuestras tradiciones y a nuestra historia.

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