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El Puente Chacao: Expectativas trizadas, y otro conflicto para Bachelet

categorias: Nacional - Sociedad - Columna

El llamado puente del Bicentenario abrió otro flanco de conflicto al Gobierno de Michelle Bachelet. La decisión ministerial provocó polémicas y recriminaciones al interior de la Concertación.

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Escrito por Felix Berger

 

El ministro de Obras Públicas, Eduardo Bitrán, anunció que no se construirá el puente que uniría el territorio continental con la isla de Chiloé, en el Canal de Chacao.

El llamado puente del Bicentenario abrió otro flanco de conflicto al Gobierno de Michelle Bachelet. La decisión ministerial provocó polémicas y recriminaciones al interior de la Concertación. Las consecuencias de este anuncio no se pueden prever de antemano.

Chiloé está en la Décima Región y se conecta al territorio nacional mediante transbordadores que diariamente hacen el recorrido desde Pargua en Chile continental hasta el sector de Chacao en la Isla Grande, como también se llama a Chiloé. La travesía por el Canal de Chacao demora unos 30 ó 40 minutos, a veces menos, dependiendo del las condiciones climáticas. Pero cuando hay mucho oleaje, los transbordadores no pueden bajar la rampa o tienen que esperar a la gira para que las condiciones permitan bajar los vehículos y pasajeros.

Asimismo, para acceder a estos medios de transporte marítimo hay que esperar en algunas oportunidades bastantes horas. Incluso, algunas veces, han suspendido el servicio por las malas condiciones del tiempo.

En otras palabras el puente solucionaría muchos problemas. A comienzos de la década de los noventa, cuando se comenzó a hablar de la posibilidad de construir un puente sobre el canal de Chacao, hubo voces en Chiloé que se levantaron en contra de esta idea porque acabaría con su cultura, porque serían invadidos por los continentales; pero también estaban aquellos que miraban positivamente esta obra, por las ventajas que traería a Chiloé, mejorando sustancialmente su calidad de vida.

El puente acortaría las distancias, otorgaría nivel de vida a sus habitantes. Por ejemplo, en salud, sería más rápido el traslado de enfermos a Puerto Montt, dada la ineficiente infraestructura hospitalaria existente en la isla. Igualmente, con el puente los jóvenes de Chiloé que estudian en Puerto Montt, perfectamente podrían ir en la mañana y regresar en la tarde. Se ahorrarían el pago de pensión. Los vehículos particulares, de transportes, comerciales e industriales pagarían un peaje, pero el flujo sería expedito. No estarían más las filas que se forman en Pargua para esperar y subir a los transbordadores. No se dependería de las condiciones del tiempo. Habría fácil acceso para los chilotes a diferentes puntos de la región. Ellos también podrían vender sus productos no sólo en Puerto Montt, sino que en más ciudades de la provincia de Llanquihue y la región.

Los turistas aumentarían considerablemente por la mayor interconectividad. Las iglesias patrimoniales y los palafitos de Chiloé, estarían accesibles a muchos compatriotas.

En definitiva, nadie del sur discute los beneficios de un puente sobre el canal de Chacao. Es por ello que el alcalde de Castro, Nelson Aguila, molesto por esta decisión que los postergaría aún más, apareció con una bandera española, recordándoles al Gobierno quizás que ellos hasta 1826 se sentían protegidos, tomados en cuenta y unidos a una metrópolis como España.

Ahora cree que se les abandonó y que jugaron con las expectativas chilotas al prometerles sistemáticamente desde los Gobiernos de Frei, pasando por Lagos y llegado a Bachelet un puente bautizado pomposamente como del "Bicentenario", que al final no se realizará y sin embargo hay dineros para hacer estudios de más proyectos que nunca se hacen.

Nota de la R:Este es un artículo realizado por grafelbergnoticias  para el diario El Amaule en 2006

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