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Herpes genital

Herpes genital

  

  

 

  

 

 

 

¿Qué es el herpes genital genital?

El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual que produce ampollas y úlceras en la región genital. Es una enfermedad que no tiene curación por el momento y cuyos síntomas tienden a recurrir.

El herpes genital no es una enfermedad grave pero puede ser molesta, especialmente cuando se sufren frecuentes recurrencias. Puede afectar a la manera de pensar sobre sí mismo y sobre los demás y puede afectar la vida de la persona que lo tiene, particularmente la vida sexual o social.

 

 

 

¿Qué causa el herpes genital genital?

Hay dos tipos de virus herpes simple (VHS tipo 1 y VHS tipo 2), que producen ampollas en los labios de la boca y en el área genital. La infección por herpes en los labios se llama habitualmente herpes labial y es causado habitualmente por el VHS tipo 1. El herpes genital es similar al herpes labial pero en la región genital (que incluye también el ano y las nalgas) y es producido con mas frecuencia por el VHS tipo 2. Pero cualquiera de los dos virus puede infectar cualquier área.

Prácticamente todos los adultos sexualmente activos tienen la posibilidad de sufrir herpes genital genital. El riesgo de transmitir herpes genital a otros se reduce usando preservativos entre los episodios y evitando el contacto sexual cuando las lesiones están presentes.

 

 

 

 

 

¿Cómo se trasmite el herpes genital genital?

Ambos virus pueden contagiarse a través del contacto íntimo de piel con piel, por ejemplo mediante un beso o teniendo relaciones sexuales (vaginal, anal u oral) con alguien que tiene un herpes labial o una lesión genital producida por el virus herpes. No se trasmite mediante la tos, los asientos de WC, la sangre o las piscinas. Sin embargo una persona infectada puede eliminar virus incluso cuando las lesiones no están presentes.

La infección por el virus herpes juega un papel importante en la transmisión del virus de la inmunodeficiencia humana de la inmunodeficiencia humana (VIH), ya que hace a las personas más sensibles a la infección por el VIH y favorece que los infectados por el VIH sean más infecciosos.

Una mujer embarazada con herpes genital genital (habitualmente producido por VHS tipo 2), puede pasar el virus al niño durante el parto y causar infección en el recién nacido. Para evitarlo puede ser necesario que el parto se haga por cesárea. Es mucho más frecuente que la mujer transmita el virus a su hijo si está sufriendo el primer episodio de herpes genital que si tiene una recurrencia.

 

 

 

¿Tendré siempre herpes genital genital?

Una vez infectado por el virus, la infección se mantiene latente durante toda la vida. Después de que las lesiones se han curado, el virus vive dormido en el tejido nervioso cerca de la columna vertebral. Sin embargo, de vez en cuando puede activarse de nuevo (recurrencia). Afortunadamente, las recurrencias son habitualmente menos graves que el primer episodio y de duración menor (4-10 días). La frecuencia de estas recurrencias varía de persona a persona. Si son cada vez mas frecuentes y graves hay que consultarlo con el médico.

 

 

 

¿Cuáles son los síntomas y los signos?

Un 80% de las personas con herpes genital no sabe que lo tiene, ya que nunca ha desarrollado síntomas o no los ha reconocido. El primer episodio es habitualmente el peor. Alrededor de un 40 % de las personas infectadas no tienen nunca un segundo episodio. Los síntomas y los signos suelen aparecer entre 2 y 20 días tras el contacto sexual. Sin embargo, en algunas personas, el herpes genital puede no aparecer durante muchos años. El primer indicio de infección por el virus puede ser una sensación de picor u hormigueo en el área afectada. La piel puede estar enrojecida y dolorosa. Luego aparecen úlceras o ampollas. Éstas se secan poco a poco y pueden pasar unas 3 semanas hasta que se curan completamente.

 

Algunas personas tienen además fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, molestias al orinar o inflamación de los ganglios linfáticos próximos. A veces los síntomas y signos son tan leves que la persona no se da cuenta de que está pasando un episodio. Si una persona cree que puede estar sufriendo un episodio de herpes genital por primera vez, debe consultar con su médico inmediatamente. Es importante que no espere a que se agraven los síntomas.

 

Por el contrario, los episodios recurrentes de herpes genital habitualmente son menos graves. Algunas personas sienten signos de alarma (picor u hormigueo) en o alrededor de los genitales. Estos pueden seguirse de la aparición de pequeñas ampollas que se secan gradualmente y cicatrizan en unos pocos días. Estas ampollas pueden estar escondidas o ser tan pequeñas que no se noten. Generalmente, las ampollas cicatrizan por sí solas, pero existen medicamentos que aceleran la curación y disminuyen las molestias.

En las personas que tienen el sistema inmune deprimido los episodios de herpes genital pueden durar más tiempo y ser más graves.

 

 

 

Fuente:Saludalia

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